jueves, 11 de julio de 2013


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areciera que en la actualidad todos tienen un tatuaje. Lo que antes se consideraba propiedad de marineros, ciclistas y fugitivos es actualmente una decoración del cuerpo muy aceptada entre mucha gente. Y ya no se trata de tatuarse anclas, calaveras y buques de guerra. Con emblemas de escuelas, diseños celtas y hasta símbolos personalizados, la gente ha encontrado nuevas maneras de expresarse con sus tatuajes. Tal vez, hayas pensado en hacerte uno. Pero antes de que te dirijas al taller de tatuajes más cercano y arremangues tu camisa, debes saber algunas cosas.

¿Qué es exactamente un tatuaje?

Un tatuaje es una herida punzante en las capas profundas de tu piel, que se llena con tinta. Se realiza penetrando la piel con una aguja e inyectando tinta en la zona, generalmente creando algún tipo de diseño. La razón por la que los tatuajes duran tanto es que son profundos: la tinta no se inyecta en la epidermis (la capa superior de la piel que continuamos produciendo y cambiando a lo largo de toda la vida). Por el contrario, se inyecta en la dermis, que es la segunda capa de piel más profunda. Las células de la dermis son muy estables; por lo tanto, el tatuaje es prácticamente permanente.
Los tatuajes solían realizarse en forma manual, es decir que el artista encargado de realizar el tatuaje pinchaba la piel con una aguja e inyectaba la tinta manualmente. Si bien este proceso aún se emplea en algunas partes del mundo, la mayoría de los talleres de tatuajes utilizan una máquina para tatuajes. Una máquina para tatuajes es un instrumento eléctrico de mano, semejante al torno de un dentista. En un extremo, tiene una aguja esterilizada, conectada a tubos que contienen tinta. Se utiliza un pedal para encender la máquina, que mueve la aguja hacia adentro y afuera mientras deposita la tinta aproximadamente 1/8 de pulgada (casi 3 milímetros) debajo de la piel.
La mayoría de los artistas que realizan tatuajes saben hasta qué profundidad llevar la aguja, pero si no se llega a la profundidad necesaria, el tatuaje parecerá borroso, mientras que si la profundidad es excesiva, puede haber sangrado y mucho dolor. Realizar un tatuaje puede llevar varias horas, dependiendo del tamaño y del diseño seleccionado.